domingo, octubre 07, 2007

Crítica: Padre Nuestro

Director: Christopher Zalla
Intérpretes: Armando Hernández, Jorge Adrián Espíndola, Jesús Ochoa, Eugenio Derbez, Paola Mendoza
Estreno en España: 5 de octubre de 2007

Le damos un 6,5

No deje pasar la oportunidad de adentrarse en un mundo lejano aunque familiar por medio de una película que se sustenta en la anécdota particular y nos anticipa la cruda realidad.

Es Nueva York lo que vemos, pero es muy diferente al que nos tienen acostumbrados: la ciudad de las oportunidades se muestra desde una óptica inmigrante, limpia en recursos, y por medio de cuatro destacables interpretaciones desgarradas y muy duras.

Lo interesante de esta producción atípica sobre los que no tienen más que su trabajo para sobrevivir en un mundo hostil es tanto la forma como el fondo. Las carencias de una ópera prima se suelen cubrir con un buen planteamiento, una honrosa realización y un final que cumpla las expectativas creadas.

El debut de Christopher Zalla pasa esas tres evaluaciones y aprueba con nota el examen final porque no cae en lo pretencioso ni en lo previsible. Después de bajar a los infiernos más de uno decide quedarse entre los diablillos incluso teniendo la oportunidad de aferrarse a la mano de un ángel. Después de esta frase y teniendo presente la obviedad religiosa del título, puede pensar que estamos fomentando seguir el camino del buen cristiano...

No es así, sólo pretendemos que quiera continuar un camino, sí, pero por el que nos guía este debutante, un itinerario que discurre con lógica y sorpresas que enriquecen el viaje. Un ejemplo lo encontramos en la búsqueda del padre: tiene peso ese anhelo de encontrarse con el progenitor debido a la importancia de esa figura en la educación de un hijo (y ahí entran también los sueños del que abandona la ciudad mexicana de Puebla), pero no recae aquí todo el peso del metraje.

No contaremos nada acerca del argumento, merece la pena tomar el punto de vista del trío de protagonistas jóvenes y adentrarse en la noche neoyorquina, en la otra, la que no vemos con nuestros propios ojos.


Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Crítica: La señal

Director: Ricardo Darín y Martín Hodara
Intérpretes: Ricardo Darín, Diego Peretti, Julieta Díaz, Andrea Pietra, Vando Villamil, Carlos Bardem.
Estreno en España: 5 de octubre de 2007

Le damos un 6,5

Un título de cine negro, hecho en Argentina y tamizado por el gusto del espectador del siglo XXI: honrosa resulta esta experiencia aunque puede que no acabe de convencer como película redonda.

Lo cierto es que a veces somos demasiado exigentes y nos dejamos llevar por análisis presuntuosos y recargados. Estos adjetivos no podemos aplicarlos al trabajo de Martín Hodara y Ricardo Darín, los directores, así que huiremos de críticas pedantes en las que se alaba el cine de género después de destrozar cualquier intento de mostrar algo novedoso.

Diferente, nueva... Así es esta cinta que no pudo ver terminada su promotor, Eduardo Mignogna. Es una historia escrita por él con maestría y trasladada a imágenes después de ser apuntalada gracias a los patrones más clásicos aunque aprovechando todos los recursos técnicos y artísticos que proporciona el cine a día de hoy. El tufillo a cine de época está presente en todo momento, aunque Diego Peretti y Julieta Díaz –sin llegar a ser la 'femme fatale' que pretende-, además de Darín en su faceta como actor, consiguen imprimir un leve soplo de aire fresco a sus interpretaciones.

Como experimento está bien, sobre todo conociendo los condicionantes que han determinado el resultado, pero quizás como película, y sacando nuestro lado más severo, le falte algo: puede que aligerar una historia un tanto enrevesada, evitar ciertas bajadas de ritmo... Lo mejor, sin duda alguna, la interpretación, también la fotografía y la ambientación en general: regresar al Buenos Aires de 1952 no debió ser tarea fácil para los responsables de esta atípica ópera prima. Merece la pena acompañarles.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

sábado, octubre 06, 2007

Crítica: Siete mesas (de billar francés)

Director: Gracia Querejeta
Intérpretes: Blanca Portillo, Maribel Verdú, José Luis García Pérez, Amparo Baró, Lorena Vindel
Estreno en España: 05 de octubre de 2007

Le damos un 8,5

El universo de Gracia Querejeta se amplia con una nueva muestra de cine íntimo, sencillo y reconfortante y eso que Maribel Verdú y Blanca Portillo se enfrentan a dos de sus papeles más duros.

Pocos cineastas apuestan por dar una bofetada tan certera, desbaratarlo todo y, al momento, volverse a ocupar de las cosas pequeñas, de los detalles, de las emociones. Intercalar situaciones cotidianas con momentos de gran intensidad dota de una particular riqueza al relato.

Si no se tiene un pulso firme, tantos altibajos pueden llegar a desconcertar, haciendo intransitable un camino con curvas muy cerradas. Maneja bien el asunto Gracia Querejeta y echa millas. Tanto ímpetu es arriesgado pero conlleva una recompensa y la que recibe Querejeta –aunque el regalo nos lo hace a nosotros- es el honor de haber hecho una de las películas más sinceras de los últimos años. El quinto viaje emocional de la guionista y directora resulta sencillo, está narrado sin grandes brusquedades, penetra con suavidad y eso que el poso que nos deja, aunque con pinceladas de humor, no es fácil de tragar.

Juega con un valor, el de la cercanía, y lo deconstruye: los personajes que perfila son gente como usted, como yo, son personas que se reúnen en torno a un proyecto y se ilusionan. Se desgastan y recuperan fuerzas, avanzan y luego caen, pero se levantan... Esa lucha por seguir adelante, a veces solo, mejor en compañía, marca la obra de esta mujer que tiene mucho que contar y que a veces confía en un observador externo, como David Planell (con quien firmó Héctor), antes de servirnos en bandeja el resultado final.

Blanca Portillo y Maribel Verdú se baten en duelo, el espectador es quien debe juzgar sus interpretaciones. Desde aquí pensamos que salen indemnes, que las dos se presentan como supervivientes. Es la tónica general en el cine de la madrileña, acuérdense del enfrentamiento entre Mercedes Sampietro y Adriana Ozores en Cuando vuelvas a mi lado, de la que destacamos todo: Marta Belaustegui, la intensidad, Julieta Serrano.... Al igual que aquella, esta cinta que transmite realidad no es una más: es altamente recomendable para todos los que alguna vez nos hemos sentido un poco abandonados y gracias a una mano amiga, o al cine de Gracia Querejeta, hemos salido adelante.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.