viernes, abril 20, 2007

Crítica: River Queen

Director: Vincent Ward
Intérpretes: Samantha Morton, Kiefer Sutherland, Cliff Curtis, Temuera Morrison Estreno en España: 20 de abril de 2007


Le damos un 5,5

El director de la curiosa Más allá de los sueños experimenta, sin mucho acierto, en este drama exótico que vincula pueblos belicosos que pretenden imponerse a otros con búsquedas interiores de todo tipo.

Si Australia está lejos lo cierto es que su historia nos resulta algo más conocida por el cine que la de su vecina Nueva Zelanda, aunque no mucho más. Vincent Ward, que es oriundo del país convertido por Peter Jackson en la Tierra Media de Tolkien, intenta poner su granito de arena a la causa realizando una aproximación histórica, no muy contextualizada la verdad, al pasado colonial de estas islas.

Seguro que la actriz Samantha Morton les conquistó en Código 46, de corte futurista, y en la tremenda En América, donde daba vida a una irlandesa que emigraba junto a su familia a Estados Unidos. Aquí retrocede siglo y medio para llegar, también como extranjera, a una tierra extraña que despertará de golpe por culpa del colonialismo. Rodeada de otros prestigiosos intérpretes como Cliff Curtis –al que podemos ver en Sunshine-, Stephen Rea –que aquí se prodiga poco- y Kiefer Sutherland –pocos saben morirse como él-, sucumbe a las pretensiones de un director al que se le descompensa la jugada.

Resulta curioso este viaje río arriba y partimos de una idea: es irregular en cuanto a su relato, equidistante entre el tedio y el ritmo frenético, es decir, mal nivelado. A veces nos atrapa la acción, nos atrae lo que se narra y, casi de manera instantánea, nos evadimos por culpa de un abuso de la voz en off y de localizaciones de insuperable belleza. Pensarán que exagero, pero a veces se me iba la mente hasta El Piano y creía ver a Holly Hunter moviéndose con dificultad con su vestido entre la maleza y el fango, pero las detonaciones me devolvían al escenario de una lucha descarnada (y en parte fraticida) entre el ejercito inglés y las tribus aborígenes maoríes.

La idea de búsqueda domina todo el metraje: encontrar la verdadera identidad, perseguir a los que te arrebataron la vida, buscar un futuro mejor que el presente tormentoso... Si bien puede resultar interesante este mix de deseos por cumplir, el ritmo al que nos somete el director llega a rozar el aburrimiento extremo, sin olvidar la falta de profundidad en los perfiles de ciertos personajes determinantes en la historia.

Sin entrar en giros reiterativos y en la poco creíble historia de amor por estar construida con apenas datos, River Queen, suerte neocelandesa de La reina de África, sólo acierta al poner en su punto de mira un episodio histórico diferente, pero suspende al no dotarlo de entereza argumental y aderezarlo con bonitos y exóticos paisajes y reflexiones pueriles acerca de seres condenados a vivir divididos entre dos culturas.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

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