viernes, mayo 04, 2007

Crítica: I love Miami

Director: Alejandro González Padilla
Intérpretes: Juan Luis Galiardo, Ofelia Medina, Jaime Camil, Adrian Alonso, Johnny Lozada, Alicia Machado
Estreno en España: 27 de abril de 2007

Le damos un 4

¿Una película sobre la nueva vida de Fidel Castro en Miami? ¡Qué pereza! Fue lo primero que pensé, aunque a veces, hasta de lo más absurdo se extraen conclusiones interesantes.

Castro está enfermo. Eso es lo que dicen desde su gobierno en La Habana. Lo cierto es que ha desaparecido y esa es la noticia que han dado a conocer para ganar tiempo y preparar la transición a otro mandatario. Partiendo de esa premisa, que bien podría ser cierta, llegamos a unos planteamientos, estos sí, muy alejados de la realidad.

Confesada mi reticencia inicial he de decirles que no era para tanto. Que la soporté y no sólo eso, ya que también, por momentos, me entretuve, aunque sin llegar a convertirme en un adepto a la propuesta. Buena parte de ello recae en las situaciones surrealistas, imposibles de reproducir si no es con ayuda de un buen actor, que exprime un guión disparatado y le da entereza, porque esto de contar el drama de los balseros a partir del más ilustre de los mismos, tiene miga.

Juan Luis Galiardo me parece uno de los grandes intérpretes vivos, pero a veces me embriaga demasiado al confundir persona con personaje. El gaditano goza de mi simpatía pero esto no es suficiente ya que a veces no veo otra cosa en la pantalla que a él (a pesar de su buena caracterización), así que se agradece el vaivén de las tramas, que salpican a otros personajes, como el interpretado por el niño, un metódico actor que ya fue hijo en la ficción de Catherine Zeta-Jones y Antonio Banderas en la segunda entrega de las aventuras de El Zorro.

De la anécdota cómica, del guiño a la supuesta actualidad, se pasa al cine con conciencia social. La aventurilla del nuevo Fidel nos sirve para conocer otras Cubas y a otros cubanos obligados a (sobre)vivir fuera de la isla. Es aquí donde damos rienda suelta a nuestro interés ante la posibilidad de ver lo que ha generado el régimen castrista fuera de sus demarcaciones.

Es cierto que existe un velo de histriónico y pamplinoso que empaña la realidad, pero desde la ironía y la farsa también se puede plantear el debate político. La credibilidad es otro asunto a tratar que les dejamos a ustedes. Un apunte para finalizar: tuve oportunidad de verla en el Festival de Málaga, gratis; esto me lleva a pensar de manera objetiva empleando la regla de los 6 euros por entrada por lo que, con total seguridad, me replantearía esta reseña.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

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