sábado, enero 13, 2007

Crítica: "Las consecuencias del amor"


Director: Paolo Sorrentino
Intérpretes: Toni Servillo, Olivia Magnani, Adriano Giannini, Antonio Ballerio, Gianna Paola Scaffidi, Nino D'Agata
Estreno en España: 22 de diciembre de 2006

Le damos un 6,5

Tediosa, estirada, fría... Y por eso gusta esta cinta que consigue provocar sensaciones adversas según el espectador.

Paolo Sorrentino consigue que el aburrimiento nos embargue. En cualquier otra película sería un error irreparable, pero lo cierto es que aquí es un punto a resaltar por ser uno de los propósitos de esta historia sustentada en un personaje principal con el que es muy fácil establecer una relación basada en el odio, el amor o en ambos.

El director napolitano orquesta los elementos que están a su alcance: intérpretes solventes que esconden mucho tras su mirada, fotografía limpia y desconcertante y libreto cuyo interés va creciendo hasta llegar al misterio. La trama deambula por diferentes rincones o mejor dicho, va dando pasitos tímidos por espacios hasta entonces transitados por muy pocos.

La emoción contenida y el silencio configuran una atmósfera inquietante donde la frialdad apoya la sugerencia de que el mundo va por un lado y el protagonista por otro. Ese resquicio de soledad ‘obligada’ es el mismo que el presentado por Jaime Rosales en Las horas del día. El personaje de Toni Servillo está encorsetado al igual que Alex Brendemühl en la iconoclasta cinta catalana. El seguidor de Aki Kaurismaki (El hombre sin pasado) tampoco se sentirá defraudado con esta visión anodina de la madurez cuya estética se corresponde también a la planteada por Javier Rebollo en Lo que sé de Lola.

El amor es el desencadenante de la hecatombe que se produce de manera lenta y sibilina. Presintiendo lo que se le viene encima el personaje de Titto di Girolamo se deleita saboreando la tensión, la tristeza y el sufrimiento por un corazón ajeno. Un halo de existencialismo de andar por casa envuelve misterios que se descubren en un final precipitado que contrarresta la tranquilidad desconcertante que domina todo el metraje.

¿Ver una película que te entretenga –dejando un vacío respetable- o que además te provoque? Es el eterno dilema del consumidor de cine. Es cierto que todas suscitan algo en nuestro interior pero coincidiríamos al valorar a qué grupo pertenecerían títulos como Love actually, La Pasión de Cristo, V de Vendetta, El laberinto del fauno y La joven de las especias. Tras degustar este plato de difícil digestión es posible que salga con el estómago revuelto, angustiándose al recordar al animal encerrado y atosigado en la habitación de hotel. Lo que está claro es que la propuesta de Sorrentino gustará y desagradará a partes iguales.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una película esencialista, de claroscuro, sobria. En la pista sonora un "Rossetto e Cioccolato" que me costó encontrar y que participa de la acción y, sobre todo, del destino del actor. Resumiendo, que ya nos gustaría construir películas así.
CarlosgrupoB