viernes, noviembre 03, 2006

Crítica: "Una verdad incómoda"


Director: Davis Guggenheim
Intérpretes: Al Gore
Estreno en España: 3 de noviembre de 2006


Le damos un 7

La Tierra habla por boca de Al Gore: se derrite el hielo de los polos, aumenta la población de seres humanos y hay muchos ineptos entre los gobernantes políticos.

Interesante y didáctica lección sobre el calentamiento del globo mezclada con cierto halo de revanchismo tras el varapalo del ex vicepresidente del gobierno de Bill Clinton en la enmarañada carrera hacia la presidencia de EE.UU.

Él sí que es listo, no George W. Bush. Es la idea que subyace en este documental que, a pesar de su carácter político, ofrece a priori claves acerca de nuestro futuro en el planeta. Es posible cambiar el curso de la historia, la medio ambiental y, de camino, también la política, no dejando para mañana lo que podemos hacer hoy. El problema es que las empresas que no llenen sus arcas ahora, lo tendrán más difícil cuando todos estemos más alerta ante la peligrosa situación que se nos avecina.

Si le gusta el género de catástrofes recordará que en El día de mañana un científico interpretado por Dennis Quaid alzaba la voz en una conferencia mundial anunciando graves problemas para nuestra naturaleza, molestias que llegarían antes de lo previsto. Despojado el título en cuestión de acción, tufillo a crítica al imperialismo y el relato de ficción propio, nos queda este grito no tan desesperanzador como podría verse al principio.

Este ejercicio divulgativo sobre las catastróficas consecuencias del cambio climático no es más que una conferencia ilustrada con imágenes que hemos visto hasta la saciedad. La riqueza está en la puesta del largo de un showman, un ponente de lujo que, de no haber sido destronado de manera dudosa en Florida, hoy sería presidente demócrata de los EE.UU.

En ese caso nos hubiéramos quedado sin el actor que nos guía por este documental, que además de incomodar a políticos y a nosotros mismos, refleja lo que hay más allá de la carrera hacia el poder de un político. Toques biográficos a un lado, el ritmo del documental no decae salvo en los momentos en que nuestro amigo Al Gore recuerda sus vivencias infantiles y las relaciona con el imparable paso del tiempo y su mella en nuestra conciencia. No nos descubre nada, pero contribuye a que nos quedemos pensando si debemos actuar y cómo hacerlo.

Texto escrito por
Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

No hay comentarios: