sábado, junio 16, 2007

Crítica: Bajo las estrellas

Director: Félix Viscarret
Intérpretes: Alberto San Juan, Emma Suárez, Julián Villagrán, Violeta Rodríguez, Luz Valdenebro, Amparo Valle
Estreno en España: 16 de junio de 2007


Le damos un 8

Una ópera prima es una aventura de la que puedes no salir indemne. También puede darse el caso contrario, encumbrarte hasta las cotas más altas del cine.

Si además se trata de un cine menos convencional, alejado de las propuestas más comerciales y vinculado con un ejercicio de autor, sin que llegue a serlo, el triunfo tiene mucho más mérito.

Es lo que le ha ocurrido al debutante Félix Viscarret, un padre que premia y castiga a sus hijos, sus personajes, con mano férrea y certera, bajo la atenta mirada del padrino de los niños, Fernando Trueba, que aquí hace las veces de productor.

Viscarret ha optado por contarnos, a modo de fábula naturalista que destila melancolía y sarcasmo, con socarronería y mucha desfachatez, una historia de perdedores que se guardan un as en la manga para darnos una grata sorpresa. Para ello se basa en El trompetista del Utopía, de Fernando Aramburu, y confía sus personajes principales a actores sólidos que entran al trapo en esta comedia atípica por rozar la fibra sensible, llamar a las cosas por su nombre y confrontar personalidades muy ricas en matices. Casi nada.

La cinta está ambientada en una Estella (Navarra) que parece haber salido de una realidad paralela, anclada en un tiempo del que poco sabemos, a pesar de que sean personajes contemporáneos a nosotros. Se alzó con la Biznaga de Oro en el décimo Festival de Málaga y con razón: sólo tenía papeletas para hacerle sombra Pudor, otra primera obra, de los hermanos David y Tristán Ulloa y también basada en una novela, de Santiago Roncangliolo.

Asombra la naturalidad con la que Alberto San Juan afronta el papel de un tipo desengañado de la vida que bien podría haber sacado a relucir su lado más desagradable. Todo en él es digno de valorar, hasta su 'puerquita', la forma afectuosa con la que se refiere siempre a Violeta Rodríguez, la hija de Emma Suárez en la ficción, en quien encuentra su particular alter ego. Nos falta el cuarto en discordia, el hermano de la criatura, Julián Villagrán, quien ha dado muestras de su valía desde que se dio a conocer en otra comedia agridulce: Carlos contra el mundo.

La chatarra de la sociedad nos llega destilando poesía y con el aspecto de estos seres, desahuciados por todos aunque ricos en espíritu. Están solos bajo las estrellas. Ellos merecen encontrar su lugar en el mundo, o al menos, en nuestro cine, entre tanto guión barato y reclamos publicitarios.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

No hay comentarios: