lunes, marzo 26, 2007

Crítica: Hannibal, el origen del mal

Director: Peter Webber
Intérpretes: Gaspard Ulliel, Gong Li, Rhys Ifans, Kevin McKidd, Dominic West, Richard Brake

Estreno en España: 16 de marzo de 2007

Le damos un 6

Viendo el resultado nos cuestionamos si era necesario conocer los ya presupuestos orígenes del asesino caníbal o si estamos ante una excusa barata para estirar un guión facilón y escaso en sorpresas.

A veces no hay mal que por bien no venga, ya que gracias al interés de Dino y Martha De Laurentiis por explotar un filón económico hemos podido disfrutar del alarde interpretativo del joven Gaspard Ulliel, acompañado de la sensual y siempre interesante Gong Li, pero poco más.

Concebida para dar respuesta a las preguntas que todos nos hacíamos, al final todo resulta tan evidente que ese compendio introductorio podría haber servido para dotar de contenido el simple prólogo de cualquier otra entrega sobre las andanzas de uno de los asesinos en serie (y serios) más famosos del siglo XX.

Siguiendo la estela de Christian Bale en Batman begins, Ulliel (Largo domingo de noviazgo) nos ayuda a desenraizar los pocos pero contundentes conflictos que degeneraron en asesinatos y juegos de seducción. Es la principal apuesta de una cinta que, de no apresurarse a sentar las bases de una historia con sustancia, pasaría por estético y 'rutinario' ejercicio de venganza tras una afrenta cruel y sanguinaria, lo normal en esos casos de desagravio.

Uno de los aciertos de un director es su capacidad para omitir pasajes innecesarios y no caer en las reiteraciones. Si ha visto Munich, de Steven Spielberg, ya sabrán de qué hablo. El joven Lecter se pasa toda la película, unos alargados 117 minutos, con una sed de venganza que no llegará a saciar y claro, nos podría haber ahorrado algún que otro episodio imaginable, recreándose más en el abandono de la inocencia y el despertar sexual del protagonista.

Peter Webber (La joven de la perla) se presenta como un realizador correcto capaz de dotar de interés un argumento más bien plano, recreando una atmósfera de misterio e introduciendo personajes a priori interesantes, como el de Lady Murasaki y el de Grutas, un malo malísimo. Al final no desentonan y cumplen con el libreto, trazado para satisfacer las ansias de entretenimiento de ciertos espectadores, aquellos que seguro no van a echar de menos la ausencia (justificada, por otro lado) de Anthony Hopkins.

Texto escrito por
Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

No hay comentarios: