Director: Miguel Hermoso
Intérpretes: Gala Évora, José Luís García Pérez, Carlos Hipólito, Ana Fernández, Antonio Morales, alfonso Begara, Kiti Mánver
Estreno en España: 16 de marzo de 2007
Le damos un 7
Huyendo de estereotipos y salvando todas sus interpretaciones, el director de Fugitivas y La luz prodigiosa repasa en esta cinta elegante y muy correcta dos décadas de la historia de nuestro país.
Afectuoso resulta este homenaje a las mujeres que tuvieron que adaptarse a las circunstancias de una época difícil. Muchas no consiguieron sobrevivir pero hubo alguna que otra que logró hacerse un hueco, como nuestra guía.
Aunque queramos abstraernos de la tesis inicial a todos, que más o menos conocemos la historia de Lola Flores, nos parecerá estar viendo una biografía ficcionada, del estilo de Camarón. Costará por tanto descubrir que el cineasta granadino, además de sensibilidad y visos de antropólogo, tiene un pulso certero que le ayuda a narrar una historia atractiva, más allá de los referentes reales. Con la técnica aprehendida, sólo tiene que dejarse llevar por un paseo bien adoquinado y fácil de recorrer a pesar de que a veces pase por terrenos fangosos donde nos retrasamos por cierta reiteración.
Esa es la principal pega de una narración que desplegaba un sinfín de caminos: el más vistoso e interesante contemplaba las etapas iniciales –repletas de posibilidades dramáticas- donde una pobre chica que no era ninguna persona fuera de lo común se convierte en mujer y artista. Cuando el personaje resuelve contradicciones (triunfar, pero siendo respetada) continúa la parte de la historia más conocida, la de estrella, y es ahí donde termina la ficción. De ahondar en ella saldría una trilogía, contemplando además el género documental. Se la podrían encargar a Hermoso, que esboza de manera sutil los años más oscuros de la España del siglo XX, justo después de la Guerra Civil, y se apoya en profesionales solventes como la coreógrafa Cristina Hoyos.
Que difícil es separar la ficción de la realidad, que se lo digan al joven reparto que responde a eso de 'bocanada de aire fresco': cada aparición supone un impacto visual enorme al que asociamos todos nuestros referentes sobre el personaje en cuestión. Sus interpretaciones tienen tanta fuerza que hipnotizan: es el caso de Ramón Villegas (el futbolista Biosca), Alfonso Begara (Antonio González, El Pescaílla) y, sobre todo, Gala Évora, a quien le sobra fuerza para sostener la película y aporta una mirada nueva.
Luego están los veteranos, los que enriquecen un proyecto arriesgado, enjundioso y necesario, exprimiendo los matices de personajes anclados en individuos reales: Kiti Mánver, Carlos Hipólito, Ana Fernández y un descomunal José Luis García Pérez en el papel de Manolo Caracol. Todos han contribuido a que conozcamos de cerca el entrono de la que 'triunfó a pesar de ser mujer', la que atesoró episodios tempestuosos y apasionados a lo largo de su vida, como el resto de los mortales.
Dice Hermoso que cree haber hecho la película que a Lola Flores le hubiera gustado no sólo ver, sino también interpretar. Lo que está claro es que como homenaje y aproximación al personaje funciona más que como drama al uso, pero en general convence.
Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.
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